El conocimiento en Kant


EL CONOCIMIENTO en Kant (Crítica de la razón pura)

Relación de la filosofía trascendental con el racionalismo y el empirismo.

La filosofía trascendental de Kant (o su idealismo trascendental) intenta superar los
problemas de las dos corrientes filosóficas fundamentales de la modernidad: el racionalismo y el empirismo.

Kant distingue dos facultades o fuentes de conocimiento: la sensibilidad y el entendimiento. La sensibilidad es pasiva: se limita a recibir las sensaciones provenientes del exterior (lo que Hume denomina "impresiones"). El entendimiento es, por el contrario, activo: produce conceptos que no derivan de la experiencia, como, por ejemplo, causa, sustancia, necesidad (en general, las categorías). A esta característica Kant la denomina "espontaneidad”. Si acentuamos la importancia de una facultad en detrimento de la otra, caeríamos en dos tipos de planteamientos que considera erróneos:

A) El racionalismo. Al principio de su actividad (etapa pre-crítica) Kant fue racionalista. Puesto que el entendimiento produce espontáneamente conceptos, sin derivarlos de la experiencia, podría conocer la realidad construyendo un sistema sin necesidad de recurrir a la experiencia sensible. Es el proyecto racionalista de Descartes, que desconfía de los sentidos y pretende construir el edificio del conocimiento sobre una primera verdad indiscutible: el yo en cuanto pensamiento.

Ahora bien, el racionalismo conduce al dogmatismo: se pretende construir todo edificio del conocimiento a partir de puros conceptos sin una crítica previa a la razón. Esto es lo que rechaza Kant del racionalismo. Lo que destaca, por el contrario, es el orden riguroso de las razones, que es lo que pretendía Descartes con su método basado en las matemáticas.

B) El empirismo acentúa el papel de la sensibilidad frente al entendimiento. Kant conocía la filosofía empirista. Admiraba especialmente a Hume, de quien dice que le despertó del "sueño dogmático" en el que estaba sumido: el racionalismo. Bajo la influencia de Hume llegó al convencimiento de que nuestro conocimiento no puede pretender extenderse más allá de la experiencia. Pero la dificultad del empirismo, sobre todo el de Hume, es el escepticismo, es decir, la imposibilidad de encontrar un fundamento y justificación seguros de nuestros conocimientos. ¿De dónde deriva este escepticismo? Hume basaba el conocimiento en la asociación de ideas, asociación que, a su vez, se fundamenta en el hábito. La pregunta que trata de contestar es: ¿Cómo conocemos? Una pregunta psicológica. Pero confundía este problema con otro distinto, que podemos llamar de "derecho" o "legitimación". Se trataría, en este segundo caso, de un problema epistemológico: ¿en qué se basa la certeza o validez de nuestros conocimientos?

El idealismo transcendental de Kant va a aceptar de los racionalistas que hay conceptos que no derivan de la experiencia y de los empiristas, que el conocimiento no puede ir más allá de la experiencia. Los conceptos que no derivan de la experiencia (a priori) sólo tienen validez si se aplican a la experiencia. Trascendental significa el principio en virtud del cual la experiencia se somete a las condiciones a priori del sujeto. Una investigación trascendental se ocupa de lo que hay priori en nuestras facultadas. La filosofía transcendental (su idealismo trascendental) considera que el sujeto es el que legisla, el que manda u ordena. Esto no ocurre sólo en el campo del conocimiento, sino también en el de la moral y la historia.

La revolución copernicana

Descartes había iniciado lo que podemos denominar una "revolución metafísica" (que
inaugura la modernidad) al partir de la unidad de la ciencia basándose en el sujeto racional. La ciencia constituye una unidad porque toda ella está basada en la razón humana. Este planteamiento significaba romper con la tradición aristotélica, que basaba la diversidad de las ciencias en la diversidad de objetos, y conduce a afirmar que no es el objeto quien determina al sujeto, sino a la inversa.

La "revolución copernicana " consiste en suponer que los objetos que pretendemos conocer deben regirse por nuestro modo de conocerlos. Es el sujeto, sus facultades cognitivas, las que establecen las condiciones en las que el objeto nos es dado. El sujeto no es puramente receptivo, sino que obliga a la naturaleza a responder a sus preguntas. Este es el modo de proceder de la ciencia mediante el diseño de experimentos y el establecimiento de las leyes que deben regir el comportamiento de los fenómenos. Para Kant, sólo a partir de este procedimiento metódico la ciencia natural ha alcanzado el
camino seguro de la ciencia.

¿Por qué denomina Kant a este nuevo método de la ciencia "revolución copernicana"? Porque es similar a la revolución que introduce Copérnico en la astronomía. La astronomía de Ptolomeo había supuesto que la tierra constituía el centro del universo, y que por tanto el espectador permanecía inmóvil. Copérnico invierte el planteamiento, y al poner la tierra en movimiento y el sol en el centro (inmóvil) hace que el espectador mismo se mueva. Del mismo modo, en el plano del conocimiento, el espectador no permanece fijo, es contemplativo, sino que está en movimiento, es activo.

La revolución copernicana es el punto de partida de su idealismo, pues es la razón,
entendida en su sentido amplio, quien impone a la naturaleza ciertas condiciones " a priori",independientes de cualquier experiencia, determinando lo que podemos conocer. Lo ideal, es decir, lo que es condición subjetiva (aunque propia de todo sujeto) determina lo real, lo objetivo: " sólo conocemos a priori de las cosas lo que nosotros mismos ponemos en ellas".

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